Primavera Barroca
Entre la admonición moral y el regusto pagano, El libro de buen amor incorpora las contradicciones de la España medieval. Eloqventia ha traducido en música estas fuerzas por medio de los contrastes que nos llevarán de las exaltaciones de las danzas a los pasos religiosos del montserratino Llibre Vermell, los anónimos instrumentales o una de las cantigas alfonsíes. Las presencias andalusí y sefardí nos recuerdan la añorada -y puede que idealizada- era de la convivencia de las tres culturas. Por fin, Tempus est iocundum, de los Carmina Burana, que el arte del Arcipreste de Hita no estaba lejos de los goliardos.