Un programa de curiosa construcción en el que se puede calibrar la capacidad de Janácek para extraer de la prosodia de su lengua células rítmicas y melódicas, y apreciar la estética del periodo neorromántico de Krenek en este ciclo de tres piezas, O Lacrymosa, sobre texto de Rilke. También, como contraste, degustar las exquisitas Ariettes oubliées de Debussy, donde se avista ya el Pelléas. En la segunda parte, en radical giro, la argentina soprano extremeña nos abre la puerta del romanticismo español e italiano y nos lleva a los extáticos, y tan difíciles, Tres sonetos de Petrarca de Liszt.