La mayor parte de la obra de Juan Hidalgo, sobre todo la de temática religiosa archivada en la Capilla del Palacio, debió perderse en el incendio del Alcázar madrileño en 1734. Sin embargo, algunas catedrales conservan obra suya, copiada para uso de las capillas de música. Una de las más importantes fuentes inéditas es la colección de tonos “a lo divino” copiadas en Segovia, conservadas en su archivo de música, y en su mayor parte destinadas a las Fiestas del Corpus. Maestros del s. XVII como Juan Pérez Roldán, Miguel de Irízar, y sobre todo Juan Bonet de Paredes, formado en Madrid en los años en que Hidalgo es ya un autor reconocido, son seguramente los responsables de llevar a Segovia copias de sus obras. Es así como se han conservado estas obras en su mayor parte inéditas, que nos ofrece la Capilla Jerónimo de Carrión en este programa.