En línea con los grandes
Timbrada, de excelente pasta baritonal, homogénea, maleable y bien emitida es la voz de este joven cantante alemán, que en poco tiempo se ha abierto un hueco interesante entre los más conspicuos liederistas del momento. En la línea, salvando las distancias, de un Dieskau, un Prey, un Bahr, un Quasthoff o un Gerhaher. Su expresividad, su efusión lírica, especialmente contagiosas, son buenos avales para pensar en que sus versiones de algunos de los más bellos lieder de Schumann pueden tener la medida ideal. Tres páginas muy románticas de Liszt preceden al plato fuerte que son los Seis monólogos de Jedermann de Frank Martin.