En una época de conquistas y expansión económica y política, las Artes que engalanaron la España de Felipe II y Felipe III mostraron al mundo las luces y sombras de un Imperio en el que no se ponía el Sol. Desde Nápoles a Perú, desde Filipinas a México, los artistas españoles fueron responsables del apelativo de Siglo de Oro. Los mejores compositores españoles pertenecen a este periodo, y la mayoría de ellos trabajaron, para la Monarquía Católica. De la escuela sevillana, Cristóbal de Morales, cantor de la Capilla Sixtina y maestro de maestros. Alonso Lobo, último representante del estilo renacentista puro y el autor más veces interpretado en las capillas de la América virreinal. Y por último Tomás Luis de Victoria, resumen del mejor talento musical español, por aunar una técnica impecable con la más comprometida humanidad destilada en el canto espiritual de la música sacra.