El encargo del CNDM de un Septeto al compositor catalán Salvador Brotons precede a la ejecución del Quinteto ‘La trucha’, compuesto por Schubert a los 22 años de edad y cuyo nombre se debe al tema empleado en el cuarto movimiento, idéntico al del Lied Die Forelle (La trucha). El Septeto de Beethoven, dedicado a la emperatriz María Teresa, tuvo un enorme éxito en su tiempo y hasta 1830 fue su pieza más popular. Un gran admirador del Septeto de Beethoven fue precisamente Schubert, que se materializaría más tarde en su Octeto. Cabe esperar que, al igual que en años anteriores, los músicos de la Orquestra de Cadaqués sirvan este menú musical en bandejas de plata.