Un ciclo para cuestionar la música
La vida de un artista adquiere justo y pleno sentido siempre desde el cuestionamiento, nunca desde la certeza: solo desde la duda y la interrogación es posible ampliar el aliento creativo y vital de su obra, y este ciclo fronterizo, en cuyo título habitan todas estas razones —o sinrazones—, se ha reivindicado en este tiempo como una magnífica ventana abierta a lo desconocido, o a lo diferente, a lo culturalmente incorrecto.
No extraña, por tanto, que, en el 150.o aniversario del nacimiento de Manuel de Falla (1876-1946), su obra y legado sean objeto de análisis y revisión desde perspectivas estilísticas aparentemente ajenas al maestro, como la que firmará uno de los mayores baluartes de nuestro jazz, el pianista Moisés P. Sánchez, que interpretará la pieza Suite imaginada, junto a la violinista Ana María Valderrama y el contrabajista Pablo Martín Caminero.
La idea no es otra que la de enfrentar a músicos consagrados a otros contextos artísticos, alejados de su cotidianeidad creativa, en un reto que luego también asumirán Santiago Auserón, en torno a un diálogo castellano de canciones griegas; el trompetista Manuel Blanco, orillado a la música latina del piano maestro de Pepe Rivero; el dúo formado por el violinista Renaud Capuçon y el pianista Guillaume Bellon, sobre composiciones cinematográficas; el diálogo jazzístico liderado por el contrabajista Javier Colina y la cantante cubana Haydée Milanés (hija del bueno de Pablo Milanés); o esa otra gloria pianística que es Marco Mezquida, asomado constantemente a lo inédito, ahora frente a nuevo repertorio y nuevo álbum.
La magna Sala Sinfónica será testigo, por otro lado, del reencuentro con el maravilloso conjunto vocal e instrumental dirigido por la reputada arpista, laudista y tiorbista austriaca Christina Pluhar, L’Arpeggiata, que entregará su emocionante Passacalle de la follie con la voz del contratenor Philippe Jaroussky. Y entre la Sala Sinfónica y la Sala de Cámara del ciclo Fronteras se moverá otro buen conocido del Auditorio Nacional: Pierre-Laurent Aimard (Lyon, 1957), artista residente del CNDM esta temporada. Esta eminencia musical, considerada el mayor intérprete del piano contemporáneo, regresa a este escenario para presentarnos sus proyectos De cerca, en el que nos «habla» desde distintas versiones del piano (de cola, vertical, disklavier...), y Lenguaje eterno, en una selección de El clave bien temperado y El arte de la fuga, de Johann Sebastian Bach, en diálogo con obras de György Kurtág. Un pianista con la memoria y la emoción siempre libres y abiertas, en permanente cuestionamiento, como esta edición de Fronteras.
Pablo Sanz