Concluye aquí el tríptico dedicado a George Crumb con la segunda parte de los Spanish Songbooks, Songs, Drones, and Refrains of Death, y Night Music I. Sirva esta última de ejemplo para la máxima de Crumb de «mejorar las imágenes surrealistas de Lorca mediante un cromatismo muy colorido y yuxtaposiciones inusuales de timbre, registro y formas rítmicas». Éste es el punto del que partió el compositor estadounidense para ponerle música a la poesía lorquiana con un total de nueve obras que se habrán interpretado a lo largo de las tres jornadas en el Centro Federico García Lorca.