El arte amplio, variado y tornasolado de la cantante lituana, generosa y expresiva, rotunda y camaleónica, encuentra en Schubert un perfecto asidero para penetrar en el meollo de los más intensos dramas íntimos o de las historias crueles como la de El enano, uno de los lieder más extensos de Schubert, compositor necesitado de claroscuros, tanto como de refinamiento expositivo. Hermosa continuidad es la que supone la inclusión de trece lieder de Strauss, un compositor que no dejó de escribir música para la voz a lo largo de su vida. Urmana interpreta una selección nacida durante los primeros años del autor de Salomé.