Salamanca Barroca
La música para las celebraciones del ciclo navideño ha ocupado siempre un lugar singular en las tradiciones mediterráneas. Junto a la producción estrictamente litúrgica se desarrolla una profusa variedad de composiciones devocionales que se sitúan en terrenos ambiguos dando cabida a lo profano y parateatral. La relativa sobriedad de letanías, antífonas y salmos se yuxtapone con ambientes que pueden ir desde lo arcádico hasta lo que más se acercaba a las clases populares, desde la cantata pastorale hasta la tonadilla. Como los galantes belenes napolitanos del XVIII, es un repertorio que refleja costumbres y tipos en un ambiente que tiene mucho de convival y festivo: música espejo de la vida.