Bach, mejor dicho, su música, se dice, suena bien hasta sobre un banjo tenor. Y ciertamente, la versatilidad de sus obras ha quedado mil veces demostrada a través de versiones de lo más insólitas como la de sus Suites para violonchelo interpretadas a la marimba, por sólo poner un ejemplo. Aquí, en los “Reflejos bachianos en el piano de los siglos XX y XXI”, la pianista de Xábia, Marta Espinós, buscadora incansable de fórmulas comunicativas diferentes con el oyente, propone una especie rondó, cuyos couplets contemporáneos salpican los números bachianos en un nuevo intento por establecer nexos entre el pasado y el presente musicales.