Johann Sebastian Bach y Domenico Scarlatti fueron estrictos contemporáneos. Nacieron el mismo año pero el italo-español sobrevivió al alemán en siete más. Que son complementarios salta a la vista de tan diferentes como son. Es el encuentro de dos de los mayores genios de la historia de la música –sí, Scarlatti lo es- a través de algunas de sus obras fundamentales para tecla. Bach con sus Variaciones Goldberg que todo el mundo ama y que lograron que un aristócrata conciliara el sueño. Scarlatti compuso sus sonatas –un mundo resumido en un instante, 555 pequeñas joyas- mientras servía, en Madrid, a Bárbara de Braganza, Reina de España. Pierre Hantaï es uno de los grandes intérpretes de uno y otro.