“Siempre he estimado las cosas según su mérito, sin considerar quién era su autor o cuál su nacionalidad” (F. Couperin: Les Goûts réunis. París, 1724). La búsqueda de la convivencia y fusión de estilos nacionales en el Barroco tardío no fue un intento aislado; de hecho Quantz considera el estilo alemán como un modelo mixto que combina “lo mejor del estilo musical de las diferentes naciones”. The Rare Fruits Council nos muestra en su concierto este diálogo, que no siempre fue amistoso, a lo largo de la primera mitad del XVIII. Para ello se servirá de la sonata en trío, una forma fundamental en este periodo, propiciando un encuentro más —para la leyenda— entre Leclair y Locatelli.