¿Todos creamos...? Tenemos asumida la idea de que el hecho creativo es un trabajo solitario e interior que no admite intrusos; incluso nos aseguran que las canciones de dos compositores en realidad son escritas por uno, aunque interesa la firma conjunta. Sin embargo, la creación en conjunto existe desde tiempos inme- moriales, surge cuando se dan las circunstancias adecuadas, se encuentra la motivación y se planifica el trabajo. En la educación musical, la improvisación y la creación son procedimientos didácticos imprescindibles para completar una formación integral. El buen profesor provoca la situación para que surja la chispa y sea aprovechada en un proceso de trabajo —lo más difícil— en el que vea involucrada la creatividad. Ahí es donde empieza lo interesante, cuando comienzan a resol- verse de una manera original y competente las preguntas que se plantean (lo que siempre se ha dicho: la inspiración pilla al creador trabajando).
Después de tres años del proyecto “Todos creamos” —con la intervención de un compositor residente, dos centros escolares y una orquesta y coro profesionales— nuestro deseo es darle otra vuelta de tuerca y profundizar más en los aspectos de la creación conjunta, manteniendo la participación de escolares e incluyendo una orquesta amateur que intervenga desde el principio. Quere- mos recorrer juntos (niños, adolescentes, estudiantes y profeso- res) ese camino que parte de la lluvia de ideas y concluye en la plasmación de algo definitivo y eficaz; un camino que nos permi- ta diferenciar las ideas de las ocurrencias y medir, compensar y unificar las fuerzas en una dirección.