La mezzosoprano sueca Anne Sofie von Otter (Estocolmo, 1955) ha mostrado en infinidad de ocasiones su transversalidad artística, como la que recientemente le unía a uno de los grandes líderes del jazz contemporáneo, el pianista Brad Mehldau. El repertorio híbrido de aquel notable disco, Love Songs, podría servir de justo prólogo emocional a este nuevo proyecto con el que ahora se presenta en el Auditorio Nacional de Música, Douce France, acompañada de su inseparable pianista Bengt Forsberg y arropada por la viola de Antoine Tamestit y el acordeón de Bengan Janson. Desde el título genérico del espectáculo, con ese claro guiño a Charles Trenet, se advierte esa invitación a viajar diagonalmente por parte de la cultura musical francesa, a través de autores como Ferré, Debussy, Ravel o Prévert, entre otros.