Vittorio Ghielmi a la viola da gamba y Daniel Oyarzabal, que cambia para este programa el órgano por el clave, se consagran de lleno a la gran música para este dúo. Piezas del patrimonio hispano –Ortiz, Selma y Salaverde, Cabezón, Correa de Arauxo– que representan en su arte de la variación –recercadas, diferencias– la fuerte conexión de la Península Ibérica con la Italia renacentista y barroca. Darán luego paso a la culminación vivida por el barroco francés, Marin Marais. Y antes de enlazar con su compatriota Antoine Forqueray, la imprescindible mirada a lo que Bach tuvo que decir para esta combinación, que fue mucho.