La simetría gobierna el programa organístico bachiano de Thomas Trotter, organista de la ciudad de Birmingham. Se inicia con uno de sus soberanos dípticos, la grandiosa Toccata y fuga en fa mayor, y se cierra con un preludio y fuga del que emana luminosidad. Y en el centro del programa, ocho muestras del Orgelbüchlein, un conjunto de corales con los que Bach buscó satisfacer tanto las necesidades litúrgicas como las pedagógicas, una confluencia creativa de pragmatismo y estética. Y además de otras páginas, reencontramos uno de los motivos conductores de estos conciertos, un contrapunto de El arte de la fuga.