Cada uno en sus universos musicales propios, el clásico y el jazz, son considerados solistas mayores, intérpretes excelsos que todo el mundo admira. Manuel Blanco es uno de los trompetistas solistas más solicitados y apreciados en los auditorios clásicos, mientras que el pianista cubano Pepe Rivero lo es esencialmente en el jazz, su música más natural. Ambos cruzarán sus fraseos por encargo del CNDM en torno a un diálogo en el que habrá palabras de ida y vuelta, después de varios meses de trabajo compartido y aventuras comunes como la Suite Yoruba del cubano, que igualmente tiene obra de Chopin traducida al lenguaje jazzístico.