El 29 de julio de 2016 se apagaba la voz de José Menese. Esa voz superdotada, llena, rotunda, cargada de ecos jondos y con un oficio pulido y sensible. Esa voz que sumaba a sus facultades la sabiduría que da pertenecer a una tierra humilde y comprometida y el estudio de la seriedad y de la conciencia. Todo ello hizo de él uno de los grandes cantaores de la historia del flamenco. El Auditorio Nacional, que le recibió en los años 1991 y 1992 –actuando en el primero de los recitales junto a Enrique de Melchor y en el segundo, dentro del programa musical de la Universidad Autónoma, con Enrique de Melchor y Juan Carmona Habichuela a la guitarra– y posteriormente en 2014, dentro de este ciclo, Andalucía Flamenca, recibe hoy el homenaje que le brinda el propio flamenco, encarnado en Carmen Linares, José Mercé, Marina Heredia, La Macanita, Laura Vital, Tomatito, Rafael Riqueni y Jorge Pardo, entre otros.