Un monográfico dedicado a Dvorák servirá de pretexto para poner a prueba las habilidades del Cuarteto de Jerusalén, ya habitual en este ciclo, y las de otros dos músicos sobresalientes: el viola Josep Puchades, miembro del Cuarteto Quiroga, y el violonchelista canadiense Gary Hoffman. Juntos interpretarán el Sexteto de cuerda en la mayor, escrito después de que Dvorák recibiera una subvención gubernamental que le permitió dedicarse exclusivamente a la composición. A buen seguro que la exhaustiva elaboración de esta pieza y su riqueza armónica son el fruto de un estado de gracia, con el que Dvorák quiso devolver artísticamente lo que se le había concedido en términos económicos.