Nuevas luces
La voz bien esmaltada, de soprano lírica plena, de reflejos tan bellos, dotada de cuerpo y de excelente encarnadura, de la canadiense Adrianne Pieczonka, puede arrojar nuevas luces, matices, variada expresión al segundo ciclo schubertiano, ese viaje tan doloroso a ninguna parte que es Winterreise, un camino que al final conduce a la muerte, a la dramática huida de este mundo. Las mil y una luces, el contrastado recorrido, lleno de accidentes, en los que la voz ha de abismarse, necesita de una especial concentración, de unos claroscuros sólo al alcance de los grandes. Rieger es un compañero ideal.