Programa sugerente el que nos propone la mezzosoprano lírica canaria, de tan bellos reflejos tímbricos. La alternancia de estilos nos lleva del salero vienés de Oscar Straus —nada que ver con los Strauss de los valses— a los sones cadenciosos de Astor Piazzolla, pasando por el iconoclasta mundo de Erik Satie, el cabaret de Kurt Weill, la evocación de la gran Édith Piaf y el homenaje de Poulenc, de quien escuchamos, asimismo, la tan nostálgica y melódica Les chemins de l’amour. Luego, los sones cubanos de Ernesto Lecuona, dos piezas del hoy olvidado Joaquín Zamacois y, volviendo al cabaret, cuatro boleros mexicanos y antillanos.