Christopher Hogwood es un mito viviente de la música barroca. Con la Academy of Ancient Music que él mismo fundara hace casi cuarenta años, el director británico se atreve ahora con uno de los títulos líricos más infrecuentes de Haendel, Imeneo, la penúltima ópera escrita por el genio alemán. La obra se estrenó en el otoño de 1740, cuando el género estaba en claro retroceso en Londres y el compositor había empezado a dedicarse al oratorio. Los resultados no desmerecen en absoluto la inspirada capacidad dramática del músico.