Con Ian Bostridge, Fretwork y Elizabeth Kenny se dan cita uno de los grandes intérpretes de la canción de arte de nuestro tiempo y un gran grupo especializado en música antigua. El diálogo esta vez es entre Dowland y Britten, con parada obligatoria en algunas de las más conocidas Lachrymae del primero, esas obras entre enigmáticas y poéticas que también sirvieron de inspiración al segundo. Canciones, pavanas y gallardas de Dowland de una parte y lo mismo de la otra, la de Britten. El encuentro entre ambos compositores es aquí, diríamos definitivo y Bostridge y Fretwork lo escenifican ante nuestros ojos. El problema de un programa como el que presentan es que quizá, como le sucedía al protagonista de Muerte en Venecia o al Stendhal italiano, debamos prevenirnos acerca de los efectos de tanta belleza junta.