En el currículo de Thomas Hengelbrock está la fundación de dos conjuntos esenciales para entender la evolución de la interpretación musical en Alemania en los últimos cuarenta años: la Orquesta Barroca de Friburgo y el Balthasar-Neumann-Chor & Ensemble, conjunto con el que vuelve al Auditorio Nacional para ofrecer una de esas obras cumbres del arte occidental: el Requiem de Mozart. Como contraste, en la primera parte de su recital, Hengelbrock y sus huestes se van al s. XVII, a recuperar una misa de uno de los compositores alemanes más famosos e influyentes de su época, Johann Caspar Kerll.