Aparte de compositor, Agostino Steffani fue un conocido agente de la Iglesia romana en Alemania, donde ejerció misiones diplomáticas, que envuelven su biografía en un halo de intrigas no siempre aclaradas. Como músico, Steffani practicó una interesante mezcla de estilos, entre arias italianas y oberturas y danzas francesas, como se aprecia en esta Niobe, ópera estrenada en Múnich y que viene a este ciclo desde el Festival de Música Antigua de Boston, que dirigen dos grandes de la cuerda pulsada (O’Dette y Stubbs). Entre los solistas, auténticas figuras de la lírica internacional, como Jaroussky o Gauvin.